El botox o ácido hialurónico son dos tratamientos de cirugía y medicina estética antienvejecimiento que tienen como objetivo rejuvenecer el aspecto de la piel, principalmente rellenando las arrugas.
Ambos métodos utilizan sustancias diferentes y las indicaciones para su uso son distintas, por lo que es imprescindible consultar a un cirujano estético antes de someterse a una operación de relleno o de botox.
Las principales diferencias entre el botos o el ácido hialurónico (rellenos labiales).
- El relleno labial es un tratamiento no invasivo que se realiza para rellenar las arrugas causadas por el envejecimiento de la piel. Utiliza una sustancia producida naturalmente por el cuerpo, el ácido hialurónico.
- El bótox también es un tratamiento no invasivo que se realiza para suavizar las líneas de expresión y consiste en el uso de un fármaco, la toxina botulínica, también conocida como botulina.
Profundicemos en la diferencia entre el botox o ácido hialurónico.
Rellenos labiales: ¿qué es un relleno labial y cómo se realiza el tratamiento?
Aunque no es invasivo, el relleno de labios se clasifica como un procedimiento de cirugía estética: consiste en inyectar ácido hialurónico en los labios para rellenar las arrugas que se forman alrededor de los mismos, haciéndolos parecer más firmes y llenos.
El ácido hialurónico es una sustancia producida naturalmente por el cuerpo y contribuye a la elasticidad del tejido conectivo.
Si ya está presente en el organismo, ¿por qué recurrir entonces a las infiltraciones de ácido hialurónico?
Porque esta sustancia tiende a disminuir con el paso del tiempo, es decir, con el avance de la edad, y por tanto la piel se vuelve menos elástica; esto significa que las arrugas que se producen por el envejecimiento de la piel no pueden volver a aparecer por sí solas. Esto significa que las arrugas causadas por el envejecimiento no pueden rellenarse por sí solas.
No hay contraindicaciones particulares para el tratamiento de relleno de labios, pero es una buena idea discutir con su cirujano estético o dermatólogo si se somete o no a estas inyecciones.
El relleno labial no es un tratamiento permanente: el efecto reafirmante resultante dura entre 6 y 9 meses porque el cuerpo tiende a absorber el ácido hialurónico. Una vez transcurrido este periodo, es posible volver a realizar las infiltraciones.
Las inyecciones de ácido hialurónico no son especialmente dolorosas, pero normalmente antes del tratamiento se aplica una crema anestésica en los labios, lo que reduce la sensación de dolor que puede producirse simplemente porque los labios son ricos en terminaciones nerviosas. Al no ser un tratamiento invasivo, los rellenos labiales no requieren hospitalización, por lo que podrá volver a sus actividades diarias sin problemas después de la inyección.
Botox: qué es y cómo realizar el tratamiento
El bótox es otro tratamiento no invasivo que consiste en inyectar toxina botulínica en las zonas a tratar para suavizar, reducir, las líneas de expresión, especialmente las que se forman alrededor de los ojos (las llamadas arrugas perioculares) y las que se forman en la frente o el cuello.
La toxina botulínica, a diferencia del ácido hialurónico, es un fármaco utilizado en el tratamiento de diversos trastornos y su uso en medicina estética está autorizado en España. Actúa inhibiendo la contracción de los músculos faciales con el efecto de reducir las arrugas: esto no significa que los músculos se paralicen, sino simplemente que no se producen las líneas de expresión que los caracterizan cuando los activamos.
Al igual que el relleno de labios, el Botox se inyecta con una jeringa provista de una aguja muy fina y, por tanto, no es un procedimiento invasivo.
Una vez más, el efecto generado por el tratamiento de medicina estética botulínica es temporal, con una duración de 4 a 6 meses, por lo que es necesario repetir el tratamiento para mantener el efecto alisador de las arrugas constante en el tiempo.
La decisión de someterse a un tratamiento de Botox o ácido hialurónico debe analizarse con un médico especializado en cirugía estética, que podrá evaluar si el tratamiento es adecuado o no para un paciente concreto.