La bioestimulación facial regenera el colágeno y la elastina perdidos con el paso de los años y ayuda a combatir la flacidez, el envejecimiento prematuro del rostro, cuello, escote y manos, define el marco facial, suaviza las cicatrices, ojeras, estrías, flacidez, revitaliza la zona capilar, entre otros.
Bioestimulación facial: cuándo realizarla para obtener resultados visibles
¿Qué es la bioestimulación facial y a quién afecta?
Existen varias técnicas para dar al rostro una nueva juventud, recuperar el tono y la elasticidad. La bioestimulación facial es una terapia médica mínimamente invasiva que restablece y mantiene la belleza de la piel reconstituyéndola desde el interior, haciendo que el tejido tratado sea inmediatamente más firme, compacto y resistente.
Esta técnica es excelente después de la menopausia, para ayudar al organismo en la producción de colágeno. Ya que actúa sobre las arrugas, desde las más profundas hasta las más finas, reduce las patas de gallo y la flacidez del rostro. Sin embargo, también se recomienda para las pieles más jóvenes, ya que su función puede ser preventiva para preservar la belleza natural de la piel durante más tiempo.
La bioestimulación del rostro se realiza mediante la técnica del picotaje. Mediante esta técnica se van inyectando las sustancias necesarias bajo la capa de la dermis con una aguja muy fina. La operación va precedida de la aplicación de una crema anestésica para minimizar las molestias de la aguja, que en cualquier caso son mínimas. La sesión no dura más de 45 minutos y puede volver a su vida normal inmediatamente. Aunque pueden aparecer rojeces o pequeños hematomas, éstos desaparecerán en 24-48 horas.
La bioestimulación puede realizarse en el rostro. Aunque también se puede hacer en otras zonas del cuerpo. Su función es tanto correctiva como preventiva: muy utilizada en el abdomen, los muslos, la cara interna de los muslos, el escote, los brazos, las manos y el cuello, restablece la hidratación profunda, el tono y la elasticidad y activa la producción de colágeno.
Según las necesidades del cliente, la zona tratada y la situación inicial, los beneficios del tratamiento pueden durar entre 4 y 8 semanas.
¿Dónde realizar un tratamiento profesional de bioestimulación?
Este tipo de tratamiento requiere el asesoramiento y la experiencia de profesionales acreditados de la medicina estética. En el Instituto Médico de Gestión de la Belleza, por ejemplo, la bioestimulación del rostro y el cuerpo se realiza con silicio orgánico. Es una sustancia presente en el organismo pero cuyas concentraciones disminuyen con la edad.
El tratamiento, que estimula los fibroblastos para que produzcan elastina y favorece la biosíntesis del ácido hialurónico. Además garantiza excelentes resultados en la flacidez de la cara y el cuello, pero también en el cuerpo, lo que lo convierte en una excelente alternativa a la cirugía. El número de sesiones puede variar de 3 a 8 y los resultados son visibles inmediatamente.