La luz pulsada o IPL es un tratamiento sirve para unificar la textura de la piel, eliminar manchas producidas por el sol, manchas hormonales, cuperosis, rosáceas, dilataciones o lesiones vasculares, cicatrices residuales o poros dilatados. Se realiza con lime light o con peelings médicos.
El método conocido como luz pulsada (IPL) es un tratamiento no invasivo que puede atacar varios problemas de la piel.
La luz pulsada o IPL utiliza la emisión de haces de luz no coherentes de alta energía que inciden en una zona específica a intervalos regulares, actuando en profundidad.
Su uso en depilación está ligado a su capacidad de incidir directamente sobre la papila germinal del vello, impidiendo su rebrote y preservando las estructuras circundantes, mientras que en fotorrejuvenecimiento (tratamiento de arrugas finas y superficiales, lentigo y discromía…) actúa más profundamente, provocando la producción de nuevo colágeno.
La luz pulsada o IPL también puede utilizarse en el tratamiento vascular superficial (nevos en araña, telangiectasias, cuperosis).
¿Cómo funciona?
El sistema de luz pulsada o IPL utiliza, al igual que la tecnología láser, la absorción de la luz dentro de las células objetivo (cromóforos) de la piel. La energía de la luz se transforma en energía térmica, causando daños en la célula objetivo. Dependiendo de la longitud de onda, hay diferentes sistemas de luz pulsada o IPL y diferentes propósitos de tratamiento.
Depilación con luz pulsada o IPL
El objetivo de la depilación es atacar el pigmento (melanina) del vello, frenando y evitando que vuelva a crecer.
Es muy importante definir los objetivos y las posibilidades del tratamiento con IPL antes de la sesión. Es necesario que el especialista investigue cuidadosamente las posibles causas del hirsutismo que, además de dificultar o hacer inútil el tratamiento, pueden representar una condición clínica que merece una atención más específica.
No se debe esperar una depilación sincronizada y permanente. Dependiendo de la fase en la que estén afectados, los pelos tienden a crecer cada vez más débiles hasta que se consigue una reducción de entre el 70-85% de los pelos en 4-6 tratamientos.
Obviamente para confirmar el estado de la depilación permanente es necesario evaluar la eficacia en el tiempo, a veces se necesita un año o más para depilar de forma permanente y definitiva o inicialmente hacer un retoque una vez al año.
Los únicos métodos que garantizan una eficacia clínica superior son:
- Electrólisis con una eficacia clínica del 100%. Sin embargo, lleva mucho tiempo y es caro porque hay que tratar los bulbos pilosos individuales con un bisturí de electrocauterización. Se requiere un operador con experiencia.
- algunos fármacos orales utilizados de forma continua con indicaciones terapéuticas específicas.
El uso de pinzas eléctricas, la electrólisis transdérmica y la depilación transcutánea son de dudosa eficacia.
Qué hacer y qué no hacer antes de la sesión
- Evitar la exposición al sol y/o a las lámparas UV en las semanas anteriores al tratamiento (se aconseja evitar la exposición durante al menos 40 días).
- En caso de poca tolerancia al dolor se puede utilizar una crema anestésica local en la hora anterior al tratamiento. La zona que a veces lo requiere si la densidad del vello es alta es la región inguinal). Sin embargo, generalmente no es necesario un tratamiento anestésico previo. A veces se puede optar por aplicar un gel frío, pero normalmente no es necesario, ya que los sistemas de IPL suelen incorporar un sistema de refrigeración.
- Si es posible, acorte el vello a 1,5-2 mm en el momento de la sesión: es la mejor manera de reducir las molestias y facilitar el tratamiento de IPL.
- No aplicar cremas, geles en la zona a tratar.
- Informe al especialista si está utilizando algún medicamento en casa (algunos fármacos pueden ser fotosensibilizantes).
Durante la sesión
El tratamiento de luz pulsada o IPL para la depilación es extremadamente rápido y permite trabajar incluso en zonas muy extensas en un periodo de tiempo relativamente corto.
La pieza de mano del aparato se coloca en la zona a tratar y emite pulsos de luz según las modalidades fijadas por el especialista en relación con el fototipo, el color y el tamaño del vello.
El paciente siente una sensación de calor, que debe ser absolutamente bien tolerada y tolerable, y una sensación similar al chasquido de una goma elástica en contacto con la piel. Es fundamental que el paciente ayude al especialista indicando la presencia e intensidad de estas sensaciones para orientar el establecimiento de los parámetros, que son absolutamente personales.
El paciente (y el profesional) deben llevar gafas de protección durante el tratamiento.
La duración del tratamiento varía en función de la extensión de las zonas a tratar.
La sesión debe repetirse al cabo de 3-6 semanas y se necesitan una media de 4-6 sesiones para obtener el resultado deseado. Al principio, la frecuencia será cercana, luego tenderá a disminuir a medida que la tasa de crecimiento del cabello disminuya.
Qué hacer y qué no hacer después de la sesión
- Evitar la exposición al sol y/o a las lámparas UV en las semanas siguientes al tratamiento (se aconseja evitar la exposición durante al menos 40 días).
- Puedes volver a tus actividades inmediatamente después de la sesión. La zona tratada puede estar roja durante unos minutos.
¿Quién puede someterse a la IPL? ¿Qué zonas del cuerpo se pueden tratar?
El candidato ideal para la depilación IPL es el sujeto con vello oscuro y un fototipo claro, pero en general la condición en la que el vello es más oscuro que la piel circundante permite trabajar con facilidad. Sin embargo, algunos sistemas de luz pulsada permiten también el tratamiento de pieles oscuras y vello blanco gracias a filtros específicos, evitando el riesgo de eritema o quemaduras.
Cualquier zona del cuerpo es adecuada para la depilación IPL (excluyendo la región periocular y genital).
En los pelos rojos, rubios o grises, la tecnología IPL puede no ser eficaz.
¿Debo esperar efectos secundarios?
Cuando se presentan, los efectos secundarios suelen ser leves. Es posible experimentar:
- Dolor durante el tratamiento (el enfriamiento de la piel o el uso de un anestésico local lo reducen)
- Enrojecimiento (eritema) y aumento de la sensibilidad de la piel inmediatamente después del tratamiento. A veces puede durar unos días y se asocia a sequedad y a una ligera hinchazón (como ocurre con las quemaduras solares leves).
- Ampollas. Se trata de un hecho poco frecuente relacionado con la absorción excesiva de energía luminosa por el pigmento de la piel (melanina). Si el daño llega a los melanocitos (células productoras de melanina), se pueden crear discromías (manchas) o cicatrices superficiales, que generalmente no son fácilmente permanentes.
- En un 10% de los pacientes se producen hematomas (debido a la presión de la pieza de mano sobre la piel).
¿Quién no puede someterse a la terapia de luz pulsada o IPL?
- Pacientes embarazadas y en periodo de lactancia
- Pacientes con epilepsia
- Fototipos excesivamente oscuros
- Pacientes que han estado expuestos al sol y/o a los rayos UV en las últimas 3-4 semanas
- Presencia de tumores cutáneos en la zona de tratamiento
- Existencia de heridas en la zona de tratamiento
- Presencia de cicatrices significativas en la zona de tratamiento y tendencia a la formación de cicatrices hipertróficas y/o queloides
- Personas que sean fotosensibles o en tratamiento con fármacos fotosensibilizantes (especialmente en las longitudes de onda de 560-1200 nm), incluyendo hierbas, suplementos o vitaminas o fármacos como la isotretinoína, los retinoides tópicos y sistémicos y las tetraciclinas.
- Personas con marcapasos o desfibriladores o con enfermedades cardíacas graves
- Cualquier persona con implantes o prótesis metálicas en la zona de tratamiento
- Presencia de varices en la zona de tratamiento
- Presencia de lentiginosis (lentigo grande) en la zona de tratamiento
- Pacientes inmunodeprimidos por patología (VIH, SIDA….) o por el uso de fármacos inmunosupresores.
- Pacientes diabéticos
- Personas afectadas con coagulopatías o en tratamiento con anticoagulantes
- Pacientes con síndrome de ovario poliquístico
- Dolientes con enfermedades cutáneas activas en la zona de tratamiento (psoriasis, eczema, quemaduras, infecciones herpéticas, heridas….)
- Aquejados en tratamiento con fármacos que estimulan el crecimiento del cabello (por ejemplo, minoxidil)
- Personas con tatuajes o maquillaje permanente en la zona de tratamiento
Fotorejuvenecimiento luz pulsada o IPL
Se trata de una técnica de rejuvenecimiento no ablativo que afecta a las capas profundas de la piel (dermis) sin alterar las capas superficiales (epidermis). Es, por tanto, menos invasivo y menos agresivo que el rejuvenecimiento ablativo y permite una recuperación casi inmediata de la actividad social y laboral.
Muchos prefieren este método porque no requiere tiempo de inactividad.
El objetivo en este caso es el pigmento rojo/marrón de la piel. La irradiación provoca una hiperemia dermohipodérmica y un aumento del recambio tisular, que se completa en 2-3 semanas tras la irradiación.
El efecto terapéutico mejora la textura, el tono y la luminosidad de la piel del rostro, el cuello, el pecho, los brazos y las manos. Los fibroblastos son estimulados de forma no invasiva, dando lugar a la producción de nuevas fibras de colágeno, mientras que el estímulo térmico inducido por los haces de luz provoca la destrucción de la melanina en las capas basales de la epidermis con la consiguiente reducción de la discromía/hipercromía.
La repetición del tratamiento 2-3 veces al año permite ralentizar considerablemente el proceso de envejecimiento de la piel.
El tratamiento puede combinarse con tratamientos que actúan sobre las capas superficiales como el peeling, la dermoabrasión y el láser de CO2.
A través de este método es posible reducir/eliminar la presencia de lentigos seniles y actínicos, zonas de eritrosis en el escote, cuperosis, poros dilatados, pequeñas arrugas y cicatrices post-acnéicas.
Durante la sesión
El paciente (y el operador) deben llevar gafas de protección durante el tratamiento.
Los resultados son claramente visibles después de 2-3 tratamientos y siguen aumentando en los primeros 6 meses después del tratamiento. Un ciclo suele consistir en 3-5 sesiones con un intervalo de 3-4 semanas. Es posible someterse a un mantenimiento con 1-2 sesiones cada 6 meses.
Qué hacer y qué no hacer después de la sesión
Evitar la exposición al sol y/o a las lámparas UV en las semanas siguientes al tratamiento (se aconseja evitar la exposición durante al menos 40 días).
Puedes volver a tus actividades inmediatamente después de la sesión. La zona tratada puede estar roja durante unos minutos.
¿Debo esperar algún efecto secundario?
El tratamiento es uno de los más seguros y casi indoloro. Cualquier efecto secundario (eritema, hematoma, inflamación…) tiende a desaparecer en dos días. El método permite una vuelta inmediata a la vida social y a las actividades laborales.
El método no es adecuado para personas con un fototipo oscuro.
¿Quién no puede someterse a la terapia de luz pulsada o IPL?
Se aplican las mismas consideraciones descritas para el modo de depilación.
- Pacientes embarazadas y lactantes
- Pacientes con epilepsia
- Fototipos excesivamente oscuros
- Pacientes expuestos al sol y/o a los rayos UV en las últimas 3-4 semanas
- Disposición de tumores cutáneos en la zona de tratamiento
- Surgimiento de heridas en la zona de tratamiento
- Aparición de cicatrices significativas en la zona de tratamiento y tendencia a la formación de cicatrices hipertróficas y/o queloides
- Pacientes fotosensibles o en tratamiento con fármacos fotosensibilizantes (especialmente en las longitudes de onda de 560-1200 nm), incluyendo hierbas, suplementos o vitaminas o fármacos como la isotretinoína, los retinoides tópicos y sistémicos y las tetraciclinas.
- Pacientes con marcapasos o desfibriladores o con enfermedades del corazón graves
- Cualquier persona con implantes o prótesis metálicas en la zona de tratamiento
- Existencia de varices en la zona de tratamiento
- Presencia de lentiginosis (lentigo grande) en la zona de tratamiento
- Pacientes inmunodeprimidos por patología (VIH, SIDA….) o por el uso de fármacos inmunosupresores.
- Personas con diabetes
- Sufrientes con coagulopatías o en tratamiento con anticoagulantes
- Enfermos con síndrome de ovario poliquístico
- Condescendientes con enfermedades cutáneas activas en la zona de tratamiento (psoriasis, eczema, quemaduras, infecciones herpéticas, heridas….)
- Personas en tratamiento con fármacos que estimulan el crecimiento del cabello (por ejemplo, minoxidil)
- Pacientes con tatuajes o maquillaje permanente en la zona de tratamiento